sábado, 22 de mayo de 2010

Primer Destino: Roma - Italia


Al llegar al aeropuerto de Fiumicino, cambiamos algunos dolares por euros, luego ubicamos unos lockers para dejar nuestras mochilas en el aeropuerto, ya que a primera hora del día siguiente tomaríamos el vuelo para nuestro segundo destino.


Una vez guardadas nuestras mochilas, nos fuimos a la estación de trenes y tomamos el tren para ir a Roma.

Ya en Roma, lo primero que hicimos fue comer!!...Nada más y nada menos que en Mc Donalds ;-) ... Luego de tener la barriguita llena y el corazón contento nos fuimos en búsqueda del gran Coliseo Romano, tomamos el metro hasta la estación Coliseo y al salir de la estación, para sorpresa de nosotros, estaba el colosal Coliseo, es un estructura realmente impactante, que te deja literalmente con la boca abierta!! Por supuesto que las fotos no se hicieron esperar. Recorrimos el Coliseo por dentro y por fuera. En los alrededores hay personas disfrazadas de Gladiadores Romanos con quienes te puedes tomar fotografías, Daniela, al ver a estos señores, grita con mucha emoción y sorpresa: Miiiiiiraaaa un romano!!!! ... Nosotros no aguantamos la risa y le dijimos: Dani es obvio, estas en Roma, todos aquí son romanos!! ... Luego del Coliseo nos dirigimos a la Ciudad del Vaticano, pero antes nos comimos las típicos helados italianos, de chocolate, por supuesto.

Llegamos al Vaticano, recorrimos la Plaza de San Pedro y la Basílica. Tuvimos oportunidad de escuchar un pedacito de misa. La Basílica, muy ostentosa, todo es en oro, vimos La Piedad de Miguel Ángel y unos Guardias del Vaticano con su muy peculiar uniforme. Estar en la Plaza San Pedro es como sentirse parte del libro (o de la película) Ángeles y Demonios de Dan Brown.

Después de estar un rato en el Vaticano nos fuimos para la Fontana Di Trevi, donde pedimos nuestros respectivos tres deseos, lanzando tres monedas de espalda a la fontana, una vez por la derecha, luego por izquierda y nuevamente por la derecha.

Ya teníamos hambre de nuevo y en medio de un aguacero descomunal fuimos a buscar el restaurant Da Meo Patacca, caminamos muchisimo y nos mojamos muchisimo más pero finalmente llegamos al restaurant. La comida deliciosa y hasta nos cantaron O Sole Mio en la mesa.

Regresamos a la estación de trenes para volver a Fiumicino. Esa noche dormimos en los banquitos del aeropuerto (recuerden que somos mochileros). Como llegamos super mojados y nuestras mochilas estaban presas en los lockers (no las podíamos sacar porque llegamos muy tarde al aeropuerto y ya estaba cerrada el área de lockers), nos toca secar los zapatos y parte de la ropa en los secadores de mano de los baños.

Así concluyo nuestra aventura en Roma. Al día siguiente, salía el vuelo para nuestro segundo destino: Londres - Inglaterra.

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